A la vuelta de nuestras vacaciones y tras tener múltiples gastos inesperados, nos podemos encontrar con la desagradable situación de que no somos capaces de hacer frente al abono de nuestra cuota de alquiler. Esta situación es más frecuente de lo que inicialmente parece, debido a la precaria situación económica que muchas familias y jóvenes tienen. No obstante, para que no te veas en esta tesitura, en Damacri Fincas, queremos ofrecerte algunos consejos que te permitan mantener tus gastos controlados y asegurar que puedes hacer frente a tu alquiler.
Sin importar el cómo o el por qué, existen circunstancias que provocan que tengamos menos liquidez y el pagar el alquiler se convierte en toda una odisea. Una buena técnica para cuando nos pasa esto, es intentar recortar en algunos gastos fijos, como pueden ser las líneas de teléfono, el gimnasio o la lista de la compra. Esto siempre se hará de manera temporal hasta que volvamos a recuperarnos económicamente.
En el caso de los gastos de la telefonía, en muchas ocasiones, pagamos mucho más de lo que realmente necesitamos. Si no quieres perder prestaciones y no posees ningún contrato de permanencia con tu operador, es un buen momento para valorar las ofertas de la competencia. Seguramente encuentre opciones más factibles y económicamente más ventajosas.
Si una de tus aficiones es ir al gimnasio pero solo lo haces a unas determinadas horas, puede que estés pagando una cuota superior a la que utilizas. Infórmate y valora si puedes optar por un plan de mañana o solo de tarde. Verás cómo baja el pago a realizar. En el caso de que seas de las personas que contribuyes al mantenimiento de tu gimnasio pero ni lo pisas, no malgastes tu dinero y date de baja.
A la hora de comprar productos de alimentación para tu hogar, te aconsejamos que no actúes por impulsos. Planifica previamente tus comidas y opta por hacer guisos que puedas comer durante varios días. Decántate por la cocina de aprovechamiento y no tires alimentos. Piensa que estarás tirando tu dinero a la basura. En cada compra, permítete un par de pequeños caprichos, pero cuyo precio sea moderado.