Comprar o vender un inmueble es una de las mayores inversiones que puede realizar una persona común, no solo por el dinero sino por el esfuerzo y la dedicación que implica el proceso. Por eso, contar con la asesoría de un especialista que tenga la visión y la experticia del mercado, facilitará, sin duda, la evolución de la transacción.
Confiar en una persona que maneje la negociación no es fácil, pero es una inversión igual o más importante que la de la propiedad. De modo que la elección no debe ser a la ligera, sino por el contrario, bastante minuciosa. Si necesitas convencerte de las razones para contratar a un agente inmobiliario, aquí te dejamos algunas:
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Se encarga de contactar y cubrir los gastos del costo de marketing y publicidad necesarios para poner a la venta el inmueble.
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Se encargará de mostrar la propiedad a todos los posibles compradores que consiga, sin que tengas que frenar tus compromisos para estar presente.
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Tiene una cartera de profesionales reconocidos que serán útiles en caso de necesitar alguna reparación antes de vender el inmueble.
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Será un asesor vital al momento de tomar la decisión del precio, ya que cuenta con las herramientas para calcular el valor real del inmueble y crear una estrategia atractiva para el mercado.
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Se encargará de gestionar todos los documentos y procedimientos legales.
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Tendrá una visión objetiva y sin apegos del inmueble que le permitirá destacar los espacios más prometedores al momento de la venta.
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Tendrá la experiencia necesaria para responder a las inquietudes más detalladas del proceso.
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Generará la confianza necesaria para brindar la asesoría pertinente y sugerirá las remodelaciones adecuadas para revalorizar el inmueble y obtener mayor ganancia.
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Será una oportunidad para valorar tu tiempo libre. Mientras el agente se encarga de la venta, podrás dedicarte a tu trabajo, hobbies o pareja.
La decisión final la tienes tú. Aunque parezca una inversión innecesaria, encontrarás su valor en cada etapa del proceso y en los resultados de la venta.