Tenlo todo a punto antes de la venta: la cédula de habitabilidad

Has decidido poner en venta tu piso de Sant vicenç dels horts. Sabes que vas a necesitar una serie de certificados que demuestren que el inmueble se encuentra en condiciones para poder llevar a cabo la venta. Uno que muchos desconocen, pero que resulta imprescindible, es la cédula de habitabilidad. Por eso, en Damacri Fincas, queremos informarte de qué es este certificado y para qué sirve.

Este documento surgió para evitar problemas en las compras, ventas, o arrendamientos de las viviendas, ya que acredita que esta reúne las condiciones mínimas que permiten a cualquier persona vivir en ellas.

Existen un conjunto de requisitos que la propiedad debe reunir para que se le pueda conceder este certificado. El primero de ello se basa en que el inmueble en cuestión tenga al menos una estancia o una sala de estar-comedor, una cámara higiénica y un equipo de cocina. La superficie interior útil, no debe ser inferior a 36 m².

El inmueble tiene que aprovechar las condiciones naturales que ofrece el clima. Con esto nos referimos a que tienen que disponer de elementos arquitectónicos que, teniendo en cuenta la relación interior-exterior, proporcionen una respuesta sostenible a los requerimientos climáticos.

Actualmente la concesión de la cédula de habitabilidad corre a cargo de las diferentes administraciones publicas de las Comunidades Autónomas. Por tanto, si requieres solicitarla, deberás presentar la documentación pertinente en tu ayuntamiento. Una vez recibida tu solicitud, un técnico tendrá que valorar el inmueble y comprobar que se cumplen todos los requisitos exigidos para su concesión. Debes saber que su vigencia es de 25 años. No obstante, cuando transcurra este periodo, será necesario renovarla: siendo en este caso la vigencia de 15 años.

La importancia de este certificado es múltiple. Vas a requerir presentarlo cuando desees contratar los suministros que precisa tu casa. Sin él, resulta imposible ejecutar una operación de compraventa o alquilar una propiedad, dado que se exige la presentación del mismo durante el proceso para aportar las garantías suficientes de que la vivienda es totalmente apta para ser habitada.

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